Vivir en un piso compartido es una de las experiencias más significativas para muchos jóvenes durante su vida universitaria. Por eso, en lugar de dejar al azar con quién compartes tu piso, personalizamos el proceso de asignación de compañeros mediante entrevistas y tests de personalidad. Creemos que no se trata solo de encontrar un lugar donde vivir en Pamplona, sino de crear una convivencia entre estudiantes sana, cómoda y enriquecedora para cada estudiante.
Nuestros pisos acogen entre 3 y 5 personas, un número ideal para fomentar relaciones cercanas y auténticas. Este formato permite construir vínculos arraigados en la vida diaria, el respeto mutuo y los intereses compartidos. Para nosotros, menos es más a la hora de conectar de verdad. Si surge cualquier problema de convivencia, en Cohousing estamos aquí para ayudarte con un trato directo y personalizado, pensado para favorecer la mejor experiencia de los estudiantes.
La importancia de llevarse bien
La convivencia puede marcar una diferencia entre una buena o mala experiencia universitaria. Un ambiente respetuoso, tranquiloy con buena comunicación favorece el descanso, el estudioy el bienestar en general. En un piso compartido, la empatía, la afinidad y la comprensión son claves para el desarrollo del estudiante y propósitos centrales de la experiencia que brindamos.
Sabemos que la convivencia no siempre es perfecta. Y justamente para eso estamos nosotros. Creemos que una parte importante de la vida universitaria es aprender a navegar entre esas aguas inciertas de una convivencia cercana, algo que puede ser un reto. Estar en un piso compartido implica adaptarse, dialogar y crecer. En Cohousing te acompañamos en ese proceso y te damos el apoyo necesario para que cualquier dificultad se pueda resolver de forma práctica y personal. Al final del día, vivir con personas con las que conectas también te hace sentir más en casa.
El impacto en el estudio y el ámbito personal
Un buen match puede afectar directamente el rendimiento académico. Así, una buena convivencia puede hacer que el estudio sea más llevadero. Compartir piso con personas que entienden tus tiempos y rutinas hace que la organización sea mucho más fácil y que el estudio no se vuelva una lucha diaria.
No es lo mismo estudiar química mientras tus compañeros organizan una fiesta que compartir piso con personas que entienden y respetan tus tiempos de estudio. Tampoco se disfruta igual una buena lectura si el ambiente común está siempre lleno de ruido o distracciones. Por eso, en Cohousing damos especial importancia a tus hábitos y preferencias. Buscamos crear entornos donde sea posible compaginar el estudio con una vida social y doméstica equilibrada atendiendo las necesidades especiales de cada estudiante.

En la diversidad está el match
Además, creemos que no es necesario que quienes comparten piso sean exactamente iguales o estudien la misma carrera. De hecho, muchas veces la riqueza de la convivencia está en la diversidad: distintas carreras, costumbres o formas de ver el mundo pueden compaginarse si hay algo esencial en común. Y para nosotros, eso es el deseo genuino de convivir bien. Buscamos construir una comunidad cuyos miembros compartan prioridades como el respeto, el cuidado del espacio común y las ganas de vivir en un espacio tranquilo pero divertido. Esa base es lo que realmente permite que la convivencia en el piso funcione.
Un proceso cercano
Para lograr nuestro objetivo, cada estudiante pasa por una entrevista individual con nuestra psicopedagoga, y nuestro equipo especializado en convivencia juvenil. Además, se realiza una prueba de personalidad para conocer mejor los hábitos, preferencias y estilos de vida de cada estudiante. Así, no solo ofrecemos pisos para estudiantes en Pamplona, sino un entorno de convivencia pensado para durar.

Nuestro equipo a tu servicio
Convivir comienza antes de hacer las maletas. Para nosotros, cada estudiante es único y por eso nuestra psicopedagoga también está formada en inteligencia emocional. Ella se toma el tiempo de conocer bien a cada estudiante a través de una charla tranquila que puede ser por videollamada o presencial. Todo esto nos ayuda a entender quién eres y con quién puedes encajar mejor.
Gracias a este proceso tan cuidado, conseguimos crear grupos pequeños que de verdad funcionan. Algunos prefieren compañeros tranquilos, otros buscan a alguien más activo o que comparta su fe, su carrera o su manera de vivir el día a día. Todo cuenta y lo tenemos en cuenta. Aquí no eres un número ni una solicitud más: eres tú, con tus cosas, tus ideas, tus manías y tus ganas de empezar una nueva etapa. Y nosotros estamos para acompañarte y ayudarte a que esa etapa sea lo más parecida posible a lo que estás buscando.
Para nosotros, no hay una fórmula única: cada grupo se crea según las afinidades, los ritmos y las expectativas de cada uno. Esa combinación, pensada con cariño y sentido común, es lo que marca la diferencia. No hace falta tener grupos de muchos estudiantes porque creemos que en la cercanía está la confianza.

Una comunidad que te conoce
En definitiva, y a modo de balance, en Cohousing sabemos que cada estudiante aspira a algo más que un lugar donde dormir: por eso, buscamos crear un espacio pensado para su bienestar. Una comunidad que te escucha es esencial en la convivencia entre estudiantes porque transforma un piso compartido en un entorno donde las personas se cuidan, se apoyan y aprenden juntas.
Y esta comunidad no surge por casualidad: se crea intencionalmente conectando a personas compatibles, fomentando valores y ofreciendo un espacio donde cada estudiante puede ser auténtico sin dejar de formar parte de un grupo.
Sabemos que cuando se vive en un entorno cuidado, con personas afines en lo esencial, se estudia mejor, se descansa mejor y, sobre todo, se vive mejor. En Cohousing, esta es y seguirá siendo nuestra prioridad.