La experiencia de estudiar Medicina en Pamplona y residir en un piso de Cohousing

Miriam Ibáñez, una de nuestras cohousers, es de Burgos y este año estudia 4º curso de Medicina en la Universidad de Navarra. Hablamos con ella para conocer su experiencia acerca de los estudios de Medicina, el alojamiento en Pamplona y la convivencia con sus compañeras de piso.

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Tiempo para compaginar vida académica, social y personal

“Estoy disfrutando un montón de la experiencia universitaria, es mi muy guay. Pamplona es una ciudad súper agradable. Al ser pequeña, es muy manejable y conocer a gente es muy fácil”.

Reconoce que los estudios son complicados, pero le va bien. “Soy de la primera promoción de Medicina que hace el nuevo currículo integrado. Es todo un reto, pero lo estoy disfrutando un montón. Aprender algo que te gusta se hace más fácil”.

A finales de septiembre hizo prácticas en la Clínica de la Universidad de Navarra y a finales de enero en el Hospital Universitario de Navarra.

Siempre he querido ser médico. Desde pequeñita, cuando jugaba a médicos. Nunca me he planteado estudiar otra cosa, siempre me ha gustado cuidar a la gente. Y la biología y la ciencia me encantan”.

Como es una carrera exigente, debe dedicarle bastante tiempo a estudiar.

“El estudio es la base de mi día a día. Pero procuro sacar dos o tres veces por semana para hacer deporte, que es súper importante para desconectar. El fin de semana hago algo social, aunque sea ir a tomar un café o dar un paseo con amigos. Si te organizas, no es muy complicado compaginar la carrera con el resto de aspectos de la vida”.

Cuatro estudiantes de Ciencia comparten un pis o para universitarios en Pamplona

Buen ambiente con las compañeras de piso

En un apartamento en la Avenida Pío XII viven cuatro chicas: Miriam; Marcelle, una amiga suya de Medicina que es brasileña; Clara, una amiga española que estudia Enfermería; y Luciana, una estudiante boliviana de Biología, a la que no conocía antes de que entrara en el piso este curso.

“Como somos todas de ciencias es fácil compaginarnos a nivel de horarios y actividades que hacemos en el piso. Además, nos llevamos bastante bien entre todas y eso hace la vida mucho más fácil. A la hora de cenar, nos gusta mucho sentarnos juntas en el salón y ver First dates. Es nuestro momento relax entre todas.”

Asegura que la experiencia intercultural es muy buena. A veces se sorprenden con las costumbres de cada país, o los horarios, pero se coordinan bien. “Si una tiene hambre antes, intentamos adaptarnos a ese horario. Con el tema de las comidas es divertido. Como en otros países tienen otras recetas, a veces nos enseñan su manera y otras veces cocinamos a la manera de España. Es bastante interesante el intercambio”.

La comodidad de contar con todos los servicios

Las estudiantes tienen libertad para cocinar siempre, todo lo que quieran, aunque también cuentan con la tranquilidad de tener el plan Premium que incluye el servicio de compra de alimentos y preparación de comidas, entre otros. “La comida está super bien. Daniela, la encargada de nuestro piso, viene todos los días y cocina de maravilla. Si tenemos alguna idea o sugerencia se lo podemos decir y ella lo cocina o busca la manera de proporcionárnoslo”.

Miriam explica que el año pasado tuvo prácticas todo el año y se decantó por este plan porque no sabía cómo iba a ser la organización de sus estudios y qué tiempo iba a disponer para hacer las tareas de la casa. “Es muy cómodo para nosotras. Además del estrés de la universidad, no queríamos tener el estrés añadido de tener que cocinar, comprar, limpiar… El plan Premium nos ofrece quitarnos esa carga. Este año también hemos decidido quedarnos con este plan, porque nos ha ido súper bien”.

Por otra parte, el plan Premium es la opción ideal de alojamiento para estudiantes de Medicina en Pamplona porque permite tener un apartamento situado en una zona muy próxima a la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra. “La ubicación está súper bien. Estamos súper cerca de la universidad, de la clínica y del hospital universitario. Así podemos ir con bastante calma. Todo nos pilla a mano”.

Mejor que una residencia de estudiantes

Los dos primeros años del grado estuvo alojada en una residencia de estudiantes en Pamplona, pero desde el año pasado reside en un piso de Cohousing.

“He notado muchísimo el cambio en cuanto a la libertad de horarios: aquí puedo desayunar cuando quiera, cenar cuando quiera. En la residencia tienes cierta libertad, pero al final tienes que cumplir con unos horarios: si está cerrado el comedor no puedes ir. También te tienes que adaptar al menú, porque se cocina para todos los residentes, cientos de personas a la vez. En el piso eso no pasa. Puedo decirle a Daniela lo que me gusta o lo que no me gusta y, si me apetece, puedo cocinarme lo que quiera. Además, está el tema social. Te sientes más acompañada. En la residencia tienes amigos, pero te vas a dormir y estás solo. En un piso siempre hay alguien en casa, en la cocina o en el salón, que te haga compañía”.

Imágenes de un piso de estudiantes con decoración de Navidad

Para celebrar y ayudar a que los estudiantes estrechen sus lazos de amistad, es tradición en Cohousing tener un detalle navideño para los pisos que cuentan con planes Premium y Plus Max. Acordamos una fecha de diciembre con cada piso, para adaptarnos a sus preferencias y necesidades, y ellos eligen si quieren que sea en horario de comida o de cena.

“Este año el menú fue ensalada de escarola con granada y solomillo con patatas panaderas. También teníamos turrón, lacasitos, todo tipo de chocolates y helado.  La verdad es que es un detalle que está súper súper bien. Dani vino a cocinar por la tarde y preparamos la mesa entre todas. Desde Cohousing trajeron algunas decoraciones como arbolitos y luces para darle un espíritu navideño”.

Las estudiantes tuvieron su cena navideña el 15 de diciembre. “Es un día especial para darse un pequeño homenaje y un buen momento para forjar vínculos entre nosotras. También es una oportunidad para compartir cómo se celebra la navidad en los diferentes países o en las diferentes familias, porque cada uno lo hace a su manera. Es una manera de intercambiar tanto culturas como experiencias. Además, nosotras hicimos un amigo invisible entre las cuatro para tener un detallito de parte de Santa Claus. Estuvimos toda la noche brindando y charlando. A mí me regalaron una taza y un organizador semanal para poder planificar la semana.”

Vista de la cocina y el salón de un apartamento para estudiantes universitarios en Pamplona

Cohousing, un hogar para los estudiantes en Pamplona

Tras las navidades, las universitarias han retomado el curso con normalidad y con las pilas cargadas, tras pasar las vacaciones en sus hogares. Miriam cuenta que la vuelta no les ha costado tanto: “Volver a casa en Pamplona siempre es agradable, el piso es nuestra segunda casa. Siempre te ponen todo súper fácil. El piso está preparado para la vuelta: no hay que pensar en volver a casa y tener que limpiar o hacer la compra porque ya está todo hecho”.

También tratamos de facilitar la vuelta en septiembre. Por ejemplo, Miriam, el verano pasado, dejó una caja en nuestro depósito para evitar tener que volverla a traer al comienzo de curso. Puede que este año vuelva a utilizar este servicio, puesto que pretende permanecer el año que viene en el mismo piso. Reconoce que es una opción de alojamiento muy cómoda para estudiantes de Medicina y del resto de las carreras en Pamplona.

La atención en Cohousing es muy personal, muy cercana. Nuestra house planner es Daniela y tenemos muy buena relación con ella. Se preocupa un montón por nosotras, por que estemos cómodas. Tratan de darnos lo mejor. Como la tenemos todos los días, si hay algún tipo de problema se lo decimos. Por ejemplo, una vez se fundieron un par de bombillas y en cuanto lo comunicamos enseguida lo resolvieron”.

“Nuestros padres están muy tranquilos, confían mucho en Cohousing y en el cuidado que proporciona. Es nuestra segunda familia aquí. Saber que estamos bien cuidadas y bien atendidas a ellos les da mucha tranquilidad”.